Cáncer del Colorectal

El cáncer de colon es una enfermedad en la que las células malignas se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso.

Sífilis

La sífilis es una compleja enfermedad sistémica, con proteiformes manifestaciones clínicas, causada por la espiroqueta Treponema pallidum (TP).

Apendicitis

El término apendicitis se refiere a la inflamación del apéndice. El apéndice vermiforme es una porción localizada en la parte inicial del intestino grueso, (en lo que anatómicamente se conoce como fosa iliaca derecha).

Hiperplasia Prostática Benigna

La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), también denominada adenoma de próstata es un tumor benigno de la glándula prostática que habitualmente comienza a desarrollarse a partir de la cuarta década de la vida.

Glomerulonefritis posestreptocócica

Es el resultado de una infección, no en los riñones, sino de un área completamente diferente como la piel o la garganta, con un tipo específico de bacteria, el estreptococo hemolítico del grupo A.

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miércoles, 12 de octubre de 2011

Sífilis

La sífilis es una compleja enfermedad sistémica, con proteiformes manifestaciones clínicas, causada por la espiroqueta Treponema pallidum (TP). Su forma más frecuente de transmisión es por contacto sexual, y a diferencia de otras enfermedades de transmisión sexual, no se diagnostica por el aislamiento e identificación del germen etiológico. Juegan, en cambio, un rol fundamental la epidemiología, clínica y serología.


 

Etiología


La sífilis es causada por el Treponema pallidum spp. pallidum (TP), que desciende de la familia de las Spirochaetaceae, anaerobio estricto, que por sus características microbiológicas específicas no ha logrado cultivarse in vitro ni diferenciarse por marcadores inmunológicos, estructurales o metabólicos, de los treponemas no patógenos que se han aislado de la cavidad oral y vagina. Se multiplica por fisión en un período de 33 horas, y su poder patógeno es por invasividad e hipersensibilidad tipo III y IV.

Epidemiología

La sífilis se adquiere por contacto sexual, pasaje transplacentario, transfusión de sangre fresca e inoculación directa. Un paciente es más contagioso al inicio de la enfermedad (especialmente cuando existe el chancro, placas mucosas y condilomas planos). Luego disminuye gradualmente hasta prácticamente desaparecer el potencial infectante a los cuatro años de adquirida la enfermedad.
La adquisición por transfusión de sangre es inusual por el requisito de serología en los donantes y porque el TP sobrevive 24 a 48 en las condiciones en que se conserva la sangre de banco. La tasa de casos reportados se ha mantenido estable en las últimas tres décadas, con compromiso mayoritario de la población sexualmente activa, lo que mantiene en riesgo permanente a las mujeres en edad fértil y, por ende, a los fetos.

Síntomas

Muchas personas que tienen sífilis están libres de síntomas por años, pero enfrentan el riesgo de complicaciones si no se tratan la enfermedad. Aunque parece que la transmisión ocurre a partir de personas con chancros, quienes están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad, muchos de estos chancros pasan desapercibidos. Por lo tanto, la transmisión se da principalmente a partir de personas que no saben que están infectadas.
Fase primaria
La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera (llamada chancro), pero puede que aparezcan múltiples úlceras. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días (con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y se cura sin tratamiento. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado, la infección progresa hasta pasar a la fase secundaria.
Fase secundaria
La fase secundaria se caracteriza por irritaciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una irritación en una o más áreas del cuerpo. Por lo general, la irritación no produce picazón. Las irritaciones asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer mientras se cura el chancro o varias semanas después de que el chancro se haya curado. La irritación característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin embargo, también pueden aparecer irritaciones de apariencia diferente en otras partes del cuerpo, que algunas veces se parecen a irritaciones provocadas por otras enfermedades. Algunas veces, las irritaciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas. Además de las irritaciones, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria, que incluyen fiebre, inflamación de los ganglios, dolor de garganta, pérdida irregular del cabello, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecerán con tratamiento o sin tratamiento, pero la infección progresará hasta las fases latentes y terciaria de la enfermedad, si no se administra ningún tratamiento.
Fase terciaria
La fase latente (escondida) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de la fase secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no tenga ni signos ni síntomas; la infección permanece en el organismo. En la fase terciaria, la sífilis puede lesionar los órganos internos, entre ellos el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Las lesiones internas pueden aparecer muchos años más tarde. Entre los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis se encuentran la dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. Estas lesiones pueden ser lo suficientemente graves como para producir la muerte.

 Diagnóstico

Algunos proveedores de atención médica pueden diagnosticar la sífilis mediante el examen del material de un chancro (úlcera infecciosa) en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en el chancro, se notarán al microscopio.
El examen de sangre es otra manera de determinar si una persona tiene sífilis. Poco tiempo después de que una persona se infecta, el organismo produce anticuerpos que pueden ser detectados mediante un examen de sangre seguro, preciso y económico. El nivel de anticuerpos en la sangre será bajo durante meses o incluso años después de que la enfermedad se ha curado. Dado que una sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debería hacerse un examen de sangre para la detección de la sífilis.

Tratamiento

Antiguamente se trataba con mercurio, lo cual hizo famosa la frase Una noche con Venus y una vida con Mercurio, pero este tratamiento era más tóxico que beneficioso.
En 1901 el bacteriólogo alemán Paul Ehrlich sintetizó el Salvarsán, un compuesto orgánico del arsénico, concebido específicamente para el tratamiento de la sífilis y que se convirtió en uno de los primeros fármacos sintéticos eficaces para la curación de enfermedades infecciosas. El Salvarsán (y su derivado, el Neosalvarsán) se abandonaron a partir de 1944, en favor del tratamiento antibiótico con penicilina, mucho más eficaz. Para probar la penicilina, durante los años 1946 a 1948 Estados Unidos llevó a cabo experimentos sobre sífilis en ciudadanos de Guatemala sin el consentimiento ni conocimiento de los hombres y mujeres que fueron utilizados como cobayas.
Hoy la sífilis se puede curar fácilmente con antibióticos, como la penicilina, durante la fase primaria y secundaria. La penicilina también actúa en la última etapa aunque en ese caso debe ser penicilina g-sódica por vía intravenosa, ya que es la única forma de que se difunda el antibiótico por el LCR líquido cefalorraquídeo, que es donde se encuentra la bacteria durante esta última fase. Quienes la padecen deben llevar una vida saludable con una dieta equilibrada y un sueño adecuado. La bacteria Treponema pállidum, es una espiroqueta y puede ser tratada con penicilina benzatínica, en forma de inyección intramuscular. No se justifica el uso de otros antibióticos ya que no se han reportado casos de resistencia a la penicilina.
La dosificación de la penicilina depende del estadío de la enfermedad, variando desde una dosis única en infecciones primarias hasta esquemas en donde es necesario suministrar varias dosis del antibiótico (sífilis tardía o en estados de latencia tardía).
En pacientes alérgicos a la penicilina se puede optar entre doxiciclina, macrólidos y ceftriaxona.

lunes, 10 de octubre de 2011

Herpes labial


Es una infección de los labios, la boca o las encías con el virus del herpes simple. Esta infección lleva al desarrollo de ampollas pequeñas y dolorosas comúnmente llamadas calenturas o herpes febril.









Causas


El herpes labial es una enfermedad común, causada por la infección del área bucal con el virus del herpes simple tipo 1. La mayoría de los estadounidenses están infectados con este tipo de virus hacia la edad de 20 años.

La infección inicial puede ser asintomática o causar únicamente úlceras bucales. El virus luego permanece inactivo (dormido) en el tejido nervioso de la cara. En algunas personas, el virus se reactiva y produce herpes febril recurrente que generalmente está en la misma área, pero no es grave.

El virus del herpes tipo 2, que generalmente causa el herpes genital y puede infectar a bebés durante el nacimiento de madres infectadas, también puede causar herpes labial.

Los virus del herpes son contagiosos. La diseminación puede ocurrir a través del contacto íntimo o personal o a través del contacto con cuchillas de afeitar, toallas, platos contaminados y otros artículos que se comparten. Ocasionalmente, el contacto orogenital puede diseminar el herpes oral a los genitales y viceversa.

Síntomas


El primer episodio puede ser leve o severo y por lo regular ocurre en niños entre 1 y 5 años de edad.

  • Los primeros síntomas por lo regular aparecen al cabo de 1 ó 2 semanas, e incluso hasta las 3 semanas, después del contacto con el virus. El dolor de garganta y la fiebre que pueden durar hasta 5 días pueden ocurrir antes de que las ampollas aparezcan. También puede haber inflamación de los ganglios en el cuello.
  • El primer episodio puede durar de 2 a 3 semanas. Las lesiones pueden estar en las encías, en la boca y la garganta, o en la cara. Puede presentarse dolor al tragar.

Los episodios posteriores generalmente son más leves.

  • Pueden desencadenarse por la menstruación, la exposición al sol, la fiebre, el estrés u otras diversas causas desconocidas.
  • Los síntomas de advertencia como prurito, ardor, aumento de la sensibilidad o sensación de hormigueo se pueden presentar unos dos días antes de la aparición de las lesiones.

Un brote generalmente implica:

  • Lesiones en la piel o erupción alrededor de los labios, boca y encías
  • Ampollas (vesículas) pequeñas, que contienen un líquido claro amarillento:
    • ampollas en un área de la piel enrojecida, levantada y dolorosa
    • ampollas que se forman, se rompen y drenan
    • costras amarillas que se desprenden y revelan la piel rosada que cicatriza
    • varias ampollas pequeñas que emergen para formar una ampolla más grande

Signos y exámenes


El diagnóstico se hace sobre la base de la apariencia de la lesión o un cultivo de la misma. El examen también puede mostrar inflamación de los ganglios linfáticos del cuello o la ingle.

El cultivo del virus, las pruebas de ADN del virus o la prueba de Tzanck de la lesión cutánea pueden revelar la presencia del virus del herpes simple.

Tratamiento


Sin tratamiento, los síntomas normalmente desaparecerán en una o dos semanas. Los medicamentos antivirales por vía oral pueden acortar el curso de los síntomas y disminuir el dolor. Aciclovir, famciclovir y valaciclovir son tres de los tratamientos orales actualmente disponibles.

Las ampollas del herpes con frecuencia reaparecen una y otra vez. Los medicamentos antivirales funcionan mejor si usted los toma cuando el virus está justo comenzando a reaparecer, antes de que observe algunas ampollas. Si el virus retorna frecuentemente, el médico le puede recomendar que tome los medicamentos todo el tiempo.

Se puede usar una crema (aciclovir y penciclovir) antiviral tópica (frotada sobre la piel), pero debe aplicarse cada 2 horas mientras usted esté despierto. Son costosas y con frecuencia sólo acortan el brote por unas pocas horas hasta un día.

Lave las ampollas suavemente con agua y jabón (se puede recomendar un jabón antiséptico) para reducir la diseminación del virus a otras áreas de la piel. Aplicar hielo o calor en el área puede reducir el dolor.

Las sugerencias para prevenir brotes futuros abarcan la aplicación de un bloqueador solar o un bálsamo para labios que contenga óxido de cinc cuando usted esté al aire libre. Un bálsamo humectante para impedir que los labios se resequen demasiado también puede ayudar.


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