La tortícolis es una
contracción muscular prolongada en la región del cuello que origina dolor e
incapacidad de movimiento. Esta distonía provoca que, mientras que la cabeza
apunta hacia un hombro, el mentón quede señalando hacia el hombro opuesto.
Causas
Hereditaria por influencia genética.Adquirida, como resultado de una lesión muscular provocada por una mala postura o movimiento brusco. El estrés y la fatiga también pueden predisponer a ella.
Síntomas de Tortícolis
Los síntomas de la
tortícolis son de fácil detección. Normalmente, los pacientes que sufren de
esta afección padecen de dolor cervical, movimiento limitado en la zona del
cuello, cefaleas, rigidez del músculo esternocleidomastoideo y se observa una
postura anormal de la cabeza.
Prevención
Dado que normalmente esta
patología es adquirida por malas posturas, se recomienda tener especial cuidado
en situaciones que puedan originarla, como al utilizar almohadas demasiado altas
o bajas a la hora de dormir, pasar mucho tiempo hablando por teléfono con una
postura forzada y poco ergonómica o evitar movimientos bruscos del cuello. Las
técnicas de relajación y los estiramientos regulares de la zona cervical
reducen el peligro en pacientes propensos a padecerla.
Tipos de Tortícolis
- Tortícolis: causada por movimientos bruscos del cuello o malas posturas.
- Tortícolis idiopática: si la afección se da sin causa conocida.
- Tortícolis congénita: se da dentro del útero, si el feto se ha colocado en una mala posición durante su crecimiento o se dan problemas en el riego del cuello del feto.
- Tortícolis espasmódica psicógena: se reconoce por crisis espasmódicas del cuello acompañadas de dolores. Su aparición puede deberse al estrés o la fatiga.
Diagnósticos
Con un examen físico es
fácil determinar la aparición de esta afección. Esta exploración revelará una
posición incorrecta de la cabeza y un acortamiento y rigidez de los músculos
del cuello.
Tratamientos
Lo más importante para
tratar esta patología es realizar tratamientos con calor seco y masajes y
administrar calmantes musculares al paciente. El uso de collarín puede darse en
determinados casos. Además, una vez que la movilidad del cuello mejora, es
recomendable realizar estiramientos de los músculos afectados.